COCIDO INVERNAL EN NAVALAGAMELLA









COCIDO INVERNAL EN NAVALAGAMELLA

Con el fin de reencontrarnos con viejos amigos y volver a sentir el viaje en moto con compañía, nos apuntamos con el Club “Amigos del Scooter” a hacer la ruta del “Cocido Invernal” en Navalagamella y la verdad es que todas las expectativas se cumplieron.
Quedamos a mediodía en la sede del club, la cervecería El Hayedo en el barrio de Mendez Álvaro, con un sol y una temperatura que nos prometía un esplendido día para montar en moto.
Nada más llegar nos sorprende desde la lejanía un bosque de motos que tapaba la plaza, aparcamos y nos dispusimos a saludar a montones de amigos que hacía tiempo que no veíamos.
Con puntualidad española (Salimos a las doce y media), se divide el grupo, primero salen las motos de rueda alta (las dimos unos minutos de ventaja) y a continuacion, todas las scooter, tomando la M-30 por los túneles, hasta la carretera de Castilla donde enfilamos hacia el destino programado.
Continuamos por la carretera de La Coruña hasta la M-505 hacia el Escorial, subimos el pequeño puerto de Galapagar, donde algunos le apretaron la oreja a su moto, y tomamos dirección a Valdemorillo, atravesamos el pantano de Valmayor, y tuvimos que hacer verdaderos esfuerzos en una rotonda para desviarnos de la mítica subida al puerto de la Cruz Verde, aunque nos cruzamos con muchísimos moteros que aprovechando el buen día, hacia allí se dirigían, para disfrutar de sus cerradas curvas.
Con ritmo de paseo, como nos sobraba tiempo, atravesamos Valdemorillo, observamos su plaza de toros cerrada, famosa por inaugurar la temporada taurina en España, y enlazamos con la M-510, donde después de unos kilómetros de largos curvones, que tomamos con precaución ya que la carretera no se había secado del todo y podía haber placas de hielo, entramos en Navalagamella donde la Policía Municipal y Protección Civil, nos organizan el aparcamiento.
Un lugar especial para las motos especiales (la gravilla existente hizo que sacáramos nuestras mejores dotes de equilibrio) y el resto por la plaza, frente al restaurante.
Ya con los pies en el suelo, y como quedaba una horita para degustar el tan célebre cocido, unos se quedaron en el propio restaurante “la charca”, y otros en las diferentes terrazas de los bares de alrededor, donde a base de cervecitas (Sin alcohol, por supuesto) y los estupendos aperitivos, quemamos los minutos que faltaban para el plato fuerte, y nos dirigimos al restaurante “La Charca” a degustar su famoso “Cocido de puchero”.
Se cumplen todas las expectativas y el cocido esta estupendo, pero la compañía lo mejor, así que entre plato y risas, llega la hora de la vuelta a casa.
Nos despedimos con muchos proyectos futuros en mente y sobre todo volver a intentar reunirnos con nuestros amigos de Mc3asas, volver a compartir tiempo con esta gente no tiene precio.
Viejos amigos quedamos para tomar café y tomando dirección a Brunete, paramos en Villanueva de la Cañada, en una cafetería que nos llevó Miguel. Nos tomamos un refrigerio y se aprovechó para hacer entrega de un pequeño obsequio personal a Juan y Enrique, en agradecimiento a su trabajo y dedicación desinteresada para que disfrutáramos de muchos kilómetros de viaje en moto.
Nuestro agradecimiento a todos los componente del grupo, todo ha sido amabilidad y comprensión, así como la perfecta organización de tan numerosa cantidad de motos, que han hecho que este día haya sido perfecto. Con su actitud, nos han convencido para que compartamosmuchos kilómetros juntos.
Muchas gracias y un saludo.


Jescarra.



Madrid., 22 de Enero de 2012

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