Visita a Toledo





VISITA A TOLEDO
Aceptando el ofrecimiento de una excursión a Toledo por parte de nuestro amigo Jose Luis, nos ponemos en marcha en un día que amanece totalmente despejado y con previsiones de muy buena temperatura.
Llegamos a Toledo con antelación suficiente, pero todo se tuerce al llegar a la iglesia de santa Leocadia y no encontrar a nadie, llamada a Jose Luis que nos comenta que no es allí, sino en la basílica, junto a la ermita del Cristo de la Vega.
Decidimos dejar el coche en el parking, y nos dirigimos cruzando toda la ciudad imperial, con lo que llegamos con media hora de retraso; al llegar nos encontramos que no hemos sido los únicos y después de unos minutos, ya con todo el grupo en pleno, iniciamos nuestro periplo con la presentación de Julio Porres de Mate, Licenciado en Geografía e Historia, funcionario de la Diputación provincial de Toledo, Académico correspondiente de esta Real Academia y Secretario del Instituto provincial de Investigaciones y estudios Toledanos, todo un lujo para conocer la ciudad.
Inicia su alocución explicando la historia de la santa Leocadia (Mártir y Virgen, que sufrió prisión y muerte por no renunciar a la fe cristiana, patrona de Toledo) y continua con la del Cristo de la Vega (Historia de una joven toledana que recibe promesa de matrimonio, el novio se marcha a ver mundo y al volver, si te he visto no me acuerdo, así que como no hay testigo de la promesa, ella se saca de la manga uno, el Cristo, que para sorpresa de todos, jura que hay promesa, así que los dos ingresaron en un convento a purgar penas).
Pasamos a la ermita y observamos la particular postura del Cristo en la cruz, con las consiguientes aclaraciones del guía. A la salida seguimos con la explicación del edificio de enfrente, un ábside mudéjar del siglo XVI, y nos dirigimos por la senda ecológica “ribera del Tajo” hacia el “puente de los polvorines” frente a la antigua fábrica de armas de Toledo.
Sobre el puente recibimos otra sesión importante de cultura, interrumpidos a veces por dos pequeñas cigüeñas que habían hecho su nido en un lugar casi imposible, continuando hacia el antiguo puerto de Toledo, proyecto de Felipe II para comerciar con productos de Lisboa, donde se encuentra un barco usado para dragar el rio que tiene la particularidad de tener un árbol en proa y otro en popa, como si fuese un barco a vela.
Volviendo sobre nuestros pasos recalamos en el circo romano, construido en el siglo I, tenía capacidad para aproximadamente 13.000 espectadores. Durante la etapa de dominación islámica y mudéjar se utilizó como necrópolis, viéndose algunas tumbas en el exterior, nos comenta Julio que también pueden verse huesos, pero nosotros no vimos ni uno.

Finalizamos la primera parte en un restaurante “El hostal del Cardenal” donde nos sirven, dentro de la semana gastronómica, un cocidito que nos deja nuevos y con fuerzas para poder sobrellevar las cuestas que nos esperan.
Entramos por la “puerta antigua de Bisagra” o “Puerta de Alfonso VI”, y en plena cuesta, nos hacemos la foto de grupo, recibimos otra sesión de cultura por parte de nuestro guía: anécdotas de la puerta, información detallada de la mezquita de Bab al-Mardum (En Arabe مسجد باب المردوم), jejeje), posteriormente iglesia del Cristo de la Luz y la mezquita mejor conservada de las diez que llegaron a existir en la época musulmana, que construida en el año 999, tal y como reza la franja epigráfica de su fachada de acceso, así como su famosa leyenda del judío malaleche, que quería envenenar a las piadosas viejecitas cristianas.
Continúa la explicación con el milagro del Cristo que mantuvo encendida una pequeña lamparilla de aceite durante tres siglos, encontrado gracias al gandul del caballo del rey, vemos la piedra blanca en el suelo donde se clavó de rodillas el caballo, que viendo lo que le quedaba de cuesta que subía, no me extraña que se parase.
Avanzamos hasta la calle de los alfileritos, donde nos narra la historia de la virgen de los dolores, que pasó posteriormente a denominarse de los alfileritos, situada en un pequeño nicho, en la calle del mismo nombre por un suceso con una moza de Toledo que vivía en el callejón de los gigantones, que consiguió casarse con un apuesto y gallardo caballero por ofrecerle a la virgen, lo único que poseía, un alfiler, (Algunas de nuestras chicas rebuscaron en sus bolsos, por si había algún alfiler perdido que ofrecer, no se para que, porque para eso, no necesitan ayuda divina).
Seguimos subiendo y llegamos a un espectacular mirador donde las vistas se solapan con mas información de nuestro amigo Julio sobre los caminos de Toledo, como la senda de Galiana, o senda francesa, donde vemos el palacio de Galiana, con su leyenda del matrimonio de la joven princesa mora con Carlomagno, y donde se está rodando la serie “Toledo”.
Nos encaminamos a la plaza de Zocodover, no sin antes pasar por un bar donde se encuentran restos de la muralla árabe que circundaba la ciudad, y hacernos fotos con Cervantes.
Amplia explicación de la plaza de Zocodover o “plaza de las bestias”, kilometro cero de la ciudad, lugar donde convergen todas las calles y mal llamada plaza mayor de Toledo, continuando un breve paseo para llegar al restaurante donde nos metemos entre pecho y espalda las vianda que después del esfuerzo, nos tenían reservada los organizadores.
Acabada la comida donde hubo mucha risa y mucho trasiego de piedras, pan y corchos, se le hizo entrega de un pequeño presente a nuestro ilustre guía.

Después de los típicos chupitos digestivos, nos dirigimos bordeando la catedral hasta su pórtico principal, donde nuestro guía nos comenta innumerables datos de esta impresionante pieza única de la arquitectura y arte español, sólo por detrás en tamaño de la de Sevilla.
Fueron muchos los comentarios sobre la catedral, pero lo que más nos gusto a los marinos allí presentes, fue que la inmensa campana de 7500 kilos y 2,50 metros de altura, fue elevada y colocada por un grupo de contramaestres de la armada, venidos de Cartagena para tal efecto.
Continuamos nuestro paseo hacia la calle de la Vega, en busca del real monasterio de Santa Úrsula, en el que se encuentra el convento de clausura de las Madres Agustinas, donde experimentamos la historia de las monjas de clausura y su particular modo de vender los dulces. (Llamada a un timbre, una ventana que se abre, a través de ella se hace la transacción y ventana que se cierra de nuevo), lo que merece la pena ya que los mazapanes, pan de angel y piñonada están deliciosos.
Subimos hacia una calle comercial y allí decidimos tomar un café (Algunos continuaron paseando, visitando el claustro de la iglesia de San Juan de los Reyes) donde damos por finalizada nuestra visita a la ciudad imperial y de las tres culturas.
Ha sido un día completo de ejercicio físico y mental, las cuestas han hecho mella en nuestro cuerpo y la cantidad de cultura perfectamente explicada por nuestro amigo y Guía Julio, han colmado todas las expectativas.
Me gustaría nombrarlos a todos, pero seguro que me olvidaría de alguno, así que quiero agradecer a todos los que nos han acompañado en este día inolvidable, a los que de una forma u otra han hecho posible esta reunión, sin dejar de resaltar el esfuerzo de Jose Luis por organizarlo, de Miguel por su excelente labor de coordinación en Toledo y especialmente de Julio por su amabilidad, simpatía y compartir desinteresadamente, sus enormes conocimientos de una ciudad a la que se le nota que quiere.
Muchas, muchas gracias amigos, siempre estaremos en deuda con vosotros.
Jesus y Piedad.
Madrid, 4 de Marzo de 2012

Comentarios